lunes, 12 de marzo de 2012

"Hace un año estaba...

... nervioso y temblandome las piernas en el bar "Libra" esperando a mi compañera de prácticas que vendria con los mismos nervios que yo, era el dia 1 para los chicos de prácticas. Los 30 alumnos que eramos en ese grado superior esperabamos llegar a ese dia y a esos tres meses de estar rodeado de niños y aprender lo máximo de los ellos y de los otros docentes.

Como no, ambos llegamos diez minutos antes de la hora fijada por ambos para ir direccion a la escuela infantil, como flanes ibamos direccion al colegio "Gabriel Garcia Marquez", en tan solo cinco minutos estabamos delante de la escuela "Colorines" ( que estaba dentro del colegio Gabriel Garcia Marquez).

Alli como novatos, veiamos pasar a muchos docentes, cuales serian nuestros futuros tutores de prácticas, era una duda que queriamos resolver con prisa. Eran las las 8:50 y pronto vino Esperanza (futura tutora de mi compañera) preguntando que si eramos los famosos estudiantes de prácticas, nosotros nerviosos la respondimos que si. Pronto superamos esa famosa puerta amarilla donde pasariamos todas las mañanas durante tres meses hasta el mes de Junio.

A lo largo de ese largo pasillo siempre recordaré la famosa frase que siempre leia por las mañanas : "Hoy va a ser un gran día", y con esa idea iba todo el mundo que entraba en ese centro desde el director hasta los niños, pasando por los docentes o educadores, los padres, los abuelos, incluso el abuelo que llevaba el huerto del centro...

Estar ahi durante tres meses, me hizo ver las cosas de otra manera y no solo aprendí a poner práctica lo dado en teoria en clase durante el año y medio anterior, sino a saber como actuar en cada momento, a aceptar las normas impuestas por las tutoras, a aceptar sus decisiones, sus críticas, y sus refuerzos y premios al esfuerzo realizado.

Espero con este blog, decir que mi objetivo era enseñar a los niños tanto como me enseñaron a mi sin que ellos se dieran cuenta. No podría agradecer  todo lo que querria a las familias por sus autorizaciones, a los niños por su alegria al realizar mis actividades o su negativa a hacerlas, y a las tutoras y director mostrando  su acuerdo o desacuerdo de lo que hacia.

No fue un camino de rosas, pero todo obstaculo me hizo aprender y en eso consiste la vida en aprender en cada instante si se puede, y poder ser asi lo mas perfecto posible y a la vez lo mas feliz que puedas.
En ese momento aprendí que muchas veces hay que adaptarse a la persona que te manda y hacerla caso porque ella es la profesional y ella es la que sabe y de la cual debes aprender, eso si después eres tu el que decide ser como ella te enseño o llevar tu propia filosofia en la docencia.

 Me encanto ver como cada actividad salia mas o menso como se esperaba y poder ver los fallos de mi inexperiencia a la hora de realizar dichas actividades, todo salio mas o menos bien, y pude ver actividades novedosas como la luz negra, teatrillos, talleres, como potenciar el desarrollo de los niños con cualquier cosa, vi tambien un monton de cumpleaños, un monton de regalos, y cantidad de fotos viendo y inmortalizando cada momento de esos tres meses.

También mencionar las excursiones que realizamos a la biblioteca, al mercado del barrio, al teatro y sobre todo al zoo. Todos esos días fueron salirse de la rutina que tanto a los niños como a nosotros nos vino genial para no caer en el aburrimiento de la rutina del dia a dia.

Es verdad que mis practicas acabaron marcadas con el fallecimiento de mi abuelo a solo tres dias de finalizar mis practicas, y marcó mis practicas para siempre,vi como una gran momento de felicidad acabado con mucha tristeza por su perdida. Mi mayor premio el último día, donde me regalaron los niños una camiseta donde salian sus caras, una foto de todos juntos, material didactico por parte de los profesores y un relog como regalo de los padres, ese dia fue especial y muy emotivo, esas pistolas de agua manejadas por niños de 2-3 años y que me acosaban mientras recibia esos regalos para poner el broche final  a tres meses muy cortos, pero intensos.

Gracias a todos los que me animaron durante los bajones que tuve esos meses, a los que me enseñaron a como actuar para ser un buen educador, a los que me guiaron para ser mejor en mi vocación, a los niños por su alegria todas las mañanas, y sobre todo a la confianza de los padres que depositaban en mi la educacion y el cuidado de sus hijos, esos niños que todas las mañanas te alegraban con sus abrazos y sonrisas.

Fue feliz y es y será un momento que recordaré siempre en mi mente, cada momento fue especial en el centro "Colorines". ¡GRACIAS!

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